El Ministerio de Educación de La Pampa anunció ayer el regreso «localizado» a clases presenciales en algunas localidades pampeanas a partir del 22 de junio, con excepción de los Departamentos Capital, Toay y Maracó, y en las localidades de Telén, Victorica, Eduardo Castex, Trenel, Realicó, Intendente Alvear, 25 de Mayo y Catriló. Los departamentos más poblados, y en donde el alerta epidemiológico persiste.
Según Padres Organizados La Pampa, esto significa el 30% de las escuelas de la provincia. El gobierno provincial detalló que la situación podrá ser modificada la semana próxima, de acuerdo a la evolución epidemiológica y sanitaria.
Datos. En el encuentro que realizó el Ministerio de Educación para anunciarlo, en la Comisión Mixta de Salud y Seguridad en el Trabajo con gremios y coordinadores/as de área de todos los niveles, se detalló que el último día de clases presenciales en La Pampa -10 de mayo- se registraron 581 casos positivos en el día a nivel provincial. Al 14 de junio, ese número descendió a 272 personas diarias.
«Reclamamos aulas abiertas, todos los niños, todos los días».
Padres Organizados La Pampa.
Padres Organizados. El grupo surgió en el 2020 cuando no volvían las clases presenciales, «cuando contamos con evidencia científica de que los niños no era supercontagiadores, nos contactamos con la organización a nivel federal y replicamos lo mismo en La Pampa.» Hoy trabajan en conjunto con al organización a nivel Nación.
No tienen diálogo con el gobierno provincial. Hace un tiempo, cuando se discutió en Diputados los superpoderes del Presidente para determinar las autonomías de las provincias en las decisiones «fuimos parte a nivel local con una nota a la Cámara de Diputados».
¿Qué los convoca? Solicitar la educación como actividad esencial. «Vuelven los bares, los cines, los teatros. y ¿las escuelas?» Según ellos la escuela debería ser lo último en cerrar y lo primero en abrir.
La educación virtual es muy controvertida. Los más afectados son los niños que asisten la educación pública, en La Pampa son el 85%.
«Tengo un alumno en particular, sexto año -Jonhatan (digamos)-. No se conectó casi nunca el año pasado, no mandó los trabajos. Necesita tiempo, atención. El mismo nos decía que necesita la presencialidad. Cuando iba a la escuela se sentaba en el primer banco, consciente de lo que le cuesta…Pasó a sexto año, como pasaron todos los alumnos en las mismas circunstancias. Nos planteó que quiere abandonar. Estamos en contacto con él, las docentes, la preceptora, haciendo todo lo posible para que siga. El caso de él, es el de muchos.»
Carina (45) docente, y madre de dos niños escolarizados.
Las cifras de deserción escolar son alarmantes. Oficialmente se trata de 10% del alumnado a nivel provincial. Pero en la realidad eso es inconmensurable, los docentes creen que son muchos más. «Los chicos se encuentra solos. Los padres estamos trabajando, con nuestras ocupaciones y no podemos ayudarlos de la manera en que esta modalidad lo requiere» nos cuenta Valeria (39), mamá de dos niños que van a una escuela privada en Santa Rosa.
Valentín tiene 12 años y comenzó el secundario «esperamos que después de las vacaciones podamos volver. Aunque sea que nos veamos en la escuela, así charlamos un poquito antes de entrar con los amigos. Tenemos un compañero nuevo, de otra ciudad, todavía no pudimos ni hacernos amigos.»
La virtualidad es compleja. La mayoría de los chicos no pueden conectarse, por falta de dispositivos, de conectividad, o de las condiciones necesarias.
Lucrecia (Santa Rosa) tiene 3 hijos «lo que me hizo sumarme a esta organización es exigir recuperar un derecho esencial de los niños: el derecho a la educación, que hoy no esta asegurado»
El porcentaje de docentes vacunados en la provincia asciende al 84%, así lo comunicó el Gobierno provincial. En cada nuevo envío de vacunas, están en primera fila para finalizar con la inmunización de ellos. Los gremios presionan. Los intereses diversos también inciden en las decisiones. Pero son los padres también los que tienen temores.
Débora (40) tiene 2 hijos, a unos de ellos le cuesta más que al otro la virtualidad, de hecho está en segundo grado «y todavía no sabe lo que es ir a la escuela», sin embargo considera que «es una decisión muy difícil, creo que la educación es esencial, apoyo que abran las escuelas, pero también tengo miedo…miedo al virus.»