«Durante un tiempo había estado pensando en la idea de combinar en imágenes dos momentos que siempre me generan un impacto emocional divino: los atardeceres y los encuentros con la Fauna, en este caso particular, lo buscaba con el Ciervo Colorado.
Había intentado conectar con un grupo durante el día, pero no lograba dar con ellos otras imágenes que buscaba, son animales sumamente esquivos que se pierden como fantasmas por el monte. Sin embargo, mientras disfrutaba del hermoso ambiente que se gestaba durante el atardecer entre los Caldenes, con aromas brotando de la tierra, sonidos de algunas especies mas nocturnas activándose y una sensación de paz impresionante, algo sucedió.
Cuando estaba a punto de dar por finalizado el día y con muy poca luz, una silueta asomó en el camino. Mi respiración se detuvo casi por completo, mis pulsaciones se aceleraron, la adrenalina subía: era esa idea visualizada en mi cabeza materializándose frente a mí, era la oportunidad que buscaba. Automáticamente la ví a Ella y me recosté en el suelo… era la matriarca, la Líder, quien siempre hace punta velando por la seguridad de su grupo, percibiendo mi presencia pero sin alertar al resto del harén. Se detuvo a mitad de camino con completa seguridad, como si quisiera relagarme ese instante maravilloso que soñaba fotografiar. Dejó cruzar al resto del grupo para retirarse última por el otro lado del camino, dejandome completamente cautivado frente a tan lindo momento.
Sin dudas una experiencia emocionante e inolvidable. Una muestra más de la belleza que tiene preparada siempre la Naturaleza, para asombrar a quienes se permitan admirarla con respeto.»
Por Martín Beneitez.
Reserva Provincial Parque Luro.