El derecho a la imagen, reconocido a nivel internacional y nacional, protege la dignidad y privacidad de todas las personas; especialmente de los más vulnerables: los niños, niñas y adolescentes (NNA). El avance de las nuevas tecnologías y la facilidad con la que los padres y familiares comparten imágenes de sus hijos en redes sociales plantean la necesidad de reflexionar sobre las implicancias jurídicas y éticas de estas acciones.
¿Qué es el derecho a la imagen? Es la potestad que permite a las personas controlar cómo se utiliza su imagen, ya sea en fotos, videos u otros formatos. Implica que nadie puede captar, reproducir o publicar la imagen de otro sin su consentimiento, salvo en situaciones excepcionales previstas por la ley, como cuando existe un interés público debidamente justificado.
En el caso de los NNA, la protección de este derecho es aún más fuerte debido a su situación de vulnerabilidad. Según la Convención sobre los Derechos del Niño, los NNA tienen derecho a ser resguardados de injerencias arbitrarias en su vida privada y familiar, lo que incluye el control sobre su imagen. La facilidad con la que hoy se comparten fotos y videos en redes sociales también acarrea riesgos considerables, como el robo de identidad, la explotación infantil o el acoso en línea. A ello debemos sumar que, una vez que una imagen se sube a internet, eliminarla por completo puede ser imposible.
Los padres, como representantes legales de sus hijos, tienen la responsabilidad de proteger su bienestar, incluyendo la gestión cuidadosa de su imagen en el espacio digital. Aunque tienen el derecho de decidir sobre la publicación de fotos de sus hijos, deben hacerlo con cautela, considerando las posibles repercusiones en la dignidad, privacidad y seguridad de los NNA, tanto en el presente como en el futuro.
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Un ejemplo reciente que subraya la importancia de esta protección es el fallo «B., M. N. y otro vs. Grupo Infobae S.A. y otros«, del 29 de diciembre de 2023. En esta sentencia, la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil determinó que la publicación de imágenes de NNA sin el consentimiento de sus padres constituye una violación a su derecho a la imagen. El tribunal también enfatizó la responsabilidad de los medios de comunicación, quienes deben evaluar con cuidado y justificar legalmente la difusión de esas imágenes.
En este contexto, es dable mencionar el «derecho al olvido» en Argentina, que permite solicitar la eliminación de información personal en internet que ya no es relevante o que puede ser perjudicial. Este derecho es especialmente importante para los niños y adolescentes que, al crecer, podrían querer que se eliminen fotos o datos de su infancia.
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En la era digital, es fundamental que tanto los padres como la sociedad comprendan la importancia de proteger la imagen de los NNA. El derecho al olvido, junto con la protección de su privacidad y seguridad, debe ser una prioridad en un entorno donde la tecnología avanza más rápido que la regulación.
Antes de compartir una foto de un hijo en redes sociales, es esencial reflexionar sobre las posibles consecuencias a largo plazo. ¿Estamos respetando su derecho a la privacidad? ¿Podríamos estar poniéndolos en riesgo? Proteger la imagen de los NNA es, en definitiva proteger su futuro.
María Victoria Rambur. Abogada. Docente en FCEyJ – UNLPam. Diplomada en Economía, Consumidores y Litigación Civil mvictoriarambur@gmail.com
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