Un número significativo de personas padece trastornos circulatorios relacionados con el sistema arterial, venoso o linfático.
Visibilizar esta problemática y educar sobre el autocuidadoconstituye la primera línea de acción, para prevenir complicaciones.
Con simples cambios en las rutinas, la adopción de hábitos saludables y asesoramiento profesional, es posible modificar el pronóstico de estas alteraciones circulatorias.
El dolor o la sensación de pesadez en las piernas son síntomas frecuentes y el clima es un factor influyente negativo.
La enfermedad vascular periférica es de evolución lenta, progresiva y sin un abordaje adecuado, su pronóstico es de cronicidad.
En su fase crónica, esta condición genera deterioro funcional y potencia la aparición de lesiones tróficas en la piel, elevando el riesgo de infecciones o úlceras.
Todo esto conlleva una pérdida significativa en la calidad de vida de la persona.
El clima tiene un gran impacto en las enfermedades vasculares, ya que genera desequilibrio circulatorio, especialmente las temperaturas extremas.
La proximidad del verano es un motivo de alerta. El calor provoca dilatación en el territorio vascular y favorece la aparición de síntomas.
Esta alerta es doble para personas con várices, insuficiencia venosa, postoperatorio o post embarazo. También en personascon tratamientos oncológicos.
Además, las altas temperaturas se asocian a una menor movilidad, lo que propicia la aparición de comorbilidades, entre ellas, mayor carga cardiovascular y riesgo de patología cardíaca.
Consejos clave para el autocuidado
1. Mantener un estilo de vida saludable y activo.
2. Realizar ejercicios aeróbicos regulares y de fortalecimiento.
3. Garantizar hidratación adecuada y alimentación equilibrada.
4. Priorizar la calidad del sueño, favoreciendo el descanso reparador.
5. Utilizar en forma preventiva medias de compresión.
6. Evitar la exposición prolongada al sol o en ambientes con alta temperatura.
7. Alternar posiciones (sentado/parado), evitando estancias prolongadas
8. Pausas activas en las actividades laborales y descansos programados en la rutina diaria, incluyendo la elevación de piernas.
La consulta médica precoz y el abordaje especifico en Rehabilitación Vascular es la opción terapéutica de máxima recomendación. El monitoreo y control de la enfermedad, en manos de especialistas, es de suma importancia en la evolución de la salud circulatoria de la persona.
Es crucial evitar abordajes inadecuados, realizados por falsos terapeutas, que carecen de la experiencia y el rigor científico necesarios.
La rehabilitación vascular desempeña un rol preponderantebasada en abordajes integrales, con diagnostico y diseño de planes de trabajo específicos.
En función de una evaluación individual, se utiliza drenaje linfático manual, ejercicios individualizados, reeducación de la postura y corrección de la marcha. La compresión mediante vendajes y técnicas manuales, es una valiosa herramienta terapéutica.
El objetivo de la rehabilitación vascular puede ser:
• Favorecer la circulación arterial, venosa y linfática.
• Mejorar la calidad de vida de la persona y controlar los síntomas.
• Aumentar autonomía y funcionalidad en las actividades de la vida diaria.
• Prevenir complicaciones (úlceras, infecciones).
Lic. Gustavo Gheller Fisioterapeuta, Lic. en Kinesiología y Fisiatría, especialista en Kinefisiatría Crítica, diplomado en Kinesiología del Trabajo, Ocupacional y Laboral g.gheller@hotmail.com
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