En el 2013 la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el primero de marzo como el Día para la Cero Discriminación.
Se trata de un llamado a la sociedad para promover y celebrar el derecho de cada persona a vivir una vida plena con dignidad, independientemente de su aspecto, sexo, edad, religión, lugar de procedencia, condición social, opiniones, raza, discapacidad, origen étnico, orientación sexual, lengua, condición médica o cualquier otro motivo.
¿Por qué es importante considerar la discriminación como un problema social y estructural?
Las desigualdades y la discriminación van de la mano. Las distintas formas de discriminación, ya sean estructurales o sociales, conducen a desigualdades en distintos grupos de la población, como por ejemplo el género, la situación económica, el empleo, la salud y el nivel educativo. Sin embargo, las propias desigualdades pueden dar lugar a la estigmatización y a prejuicios sociales. Es por esto, que al tratar de reducir las desigualdades es una necesidad fundamental tratar también la discriminación.
En muchos países del mundo la exclusión proviene de las propias leyes las cuales marginan a determinados grupos de la población de los servicios básicos o sufren ciertas limitaciones para vivir por el mero hecho de ser ellos mismos.
Por otro lado, el bagaje cultural y las creencias de una sociedad también pueden ser puntos de inflexión para propagar la discriminación.
ONU SIDA
De acuerdo con el Programa Conjunto de Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONU SIDA) existen al menos 20 países, territorios y áreas donde se impone algún tipo de restricción discriminatoria a la entrada, estancia y residencia de quienes viven con VIH.
la organización considera que los marcos legales y sociales siguen sin abordar el estigma y la discriminación contra las personas que padecen el virus.
El organismo internacional promueve incrementar los programas de prevención, eliminar la transmisión del VIH de madre a hijo, erradicar la discriminación hacia los seropositivos y lograr avances que permitan terminar totalmente con la enfermedad en la próxima década.
Discriminación a gran escala
Mujeres
• En 29 países, las mujeres necesitan el consentimiento de su marido o
pareja para acceder a los servicios de salud sexual y reproductiva.
• En 92 países, las niñas pueden casarse antes de los 18 años.
• En 112 países, la violación conyugal no está penalizada.
• En 49 países, no hay una ley específica para la violencia doméstica.
• En 45 países, no hay una legislación destinada al acoso sexual.
• En total, 150 países tienen al menos una ley que trata a mujeres y a
hombres de forma distinta, y 63 países tienen cinco o más leyes similares.
Consumidores de drogas
• Hay al menos 33 países y territorios que dictan pena de muerte por ley en
delitos relacionados con drogas.
• Al menos 100 países tienen leyes que penalizan la posesión de drogas
para consumo propio.
Trabajadores sexuales
• Al menos 98 países penalizan algún aspecto del trabajo sexual.
• Al menos cinco países denuncian que es posible enjuiciar o sancionar
la tenencia de preservativos.
Relaciones homosexuales
• Las relaciones homosexuales están penalizadas en 62 países.
• Por lo menos en ocho países, la pena de muerte sigue estando vigente
para las relaciones homosexuales.
Personas transgénero
• Se penaliza a las personas transgénero en 17 países. Además pueden
ser de varios tipos, entre ellas, la pena por transformismo.
• Solo nueve países a escala mundial ofrecen reconocimiento legal a las
personas de género no binario y les proporcionan un estatus legal a
los ciudadanos que no encajan en las categorías de hombre o mujer.
Personas que viven con el VIH
• Al menos 20 países alrededor del mundo siguen imponiendo
restricciones de algún tipo a las personas que viven con el VIH a la
hora de viajar.
• Al menos 68 países tienen leyes específicas que penalizan la ocultación
del estado serológico, la exposición al virus o la transmisión del VIH.
Se han dado a conocer 19 países por haber aplicado disposiciones
del Código Penal en casos similares.
• De entre los 19 países de los que disponemos datos, aproximadamente una de cada cinco personas que viven con el VIH han
denunciado que se les ha denegado el acceso a la atención sanitaria
(incluido el cuidado dental, los servicios de planificación familiar o
servicios de salud sexual y reproductiva).
Pruebas del VIH obligatorias
• En 2018, 59 países han confirmado que siguen manteniendo la
obligatoriedad de realizar pruebas del VIH para casarse, trabajar u
obtener permisos de residencia, o dentro de determinados grupos
sociales
Jóvenes
• En 2018, 45 países han confirmado que tienen leyes que imponen
la necesidad del consentimiento parental para los adolescentes y
personas jóvenes que quieran acceder a los servicios de las pruebas
del VIH antes de los 18 años.