El 3 de mayo se celebran los principios fundamentales de la libertad de prensa. Una fecha proclamada por la Naciones Unidas en 1993. Una oportunidad para evaluar la libertad de prensa a nivel mundial, de defender los medios de comunicación de los ataques sobre su independencia, así como de rendir homenaje a los periodistas que han perdido sus vidas en el desempeño de su profesión.
En medio de un torbellino de información, fakenews, dicho y contradichos, sumergidos en una pandemia que ya lleva más de un año, queda en evidencia la importancia y la responsabilidad de los medios de comunicación en las comunidades.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1993, en cumplimiento de una recomendación aprobada en la 26ª reunión de la Conferencia General de la UNESCO en 1991. Esto, a su vez, fue una respuesta a un llamamiento de los periodistas africanos que en 1991 elaboraron la histórica Declaración de Windhoek sobre el pluralismo y la independencia de los medios de comunicación.
El lema de este año, en plena pandemia por el Covid-19, es La información como un bien común, y hace énfasis en la importancia de «valorar la información como un bien de todos y para explorar las posibilidades y la potencialidad de lo que se puede hacer en su producción, distribución y recepción de contenidos para fortalecer el periodismo y avanzar en la transparencia y el empoderamiento sin dejar a nadie atrás».