Javier Araujo es cocinero, y junto a su mujer, Betty, llevan adelante el Hotel Rural La Pampeana, en la zona rural de Sarah, al norte de La Pampa. “Mi objetivo es que vivas la mejor experiencia gastronómica de tu vida” nos confiesa Javier. Y su deseo se cumple.
“En el medio de la nada” como dice él, una estancia que desarrolla el turismo gastronómico con excelencia. Afincados en una casona de principios del siglo XX, vivienda del dueño del primer frigorífico de La Pampa “La Pampeana”. Su creador fue un alemán, masón, Carlos Fuchs.
Un lugar que aún guarda muchos secretos.
De España a La Pampa
Javier era profesor en una escuela de cocina en Canarias, adonde Betty Lago, oriunda de Villegas, fue a estudiar. Y se enamoraron. “Soy muy tradicional. Vine a Argentina, y le pedí la mano a mi suegra, con anillo de diamantes y todo, como debe ser.”
Vivían en España, donde tuvieron a su primera hija. El segundo, nació en Argentina. En el 2002 la mamá de Betty les propuso recuperar el casco de la estancia que había estado abandonado 20 años. Hacer allí un hotel casino era el sueño del papá de Betty, Luis Lago, quien falleció en un accidente de tránsito, justo antes de poder cumplirlo.
Javier tenía un contrato de exclusividad en un hotel de España, el Can Boix de Peramolla, pero dejaron todo y se vinieron. El sueño del hotel casino se transformó en hotel gastronómico rural, y finalmente se hizo realidad.
“Somos el hotel más caro de La Pampa” dice, orgulloso. “Si pudiera tener mejores precios los tendría, pero no me da para eso. Yo sólo tengo productos de primera calidad, y el cliente lo valora.”
Los recomendadores de Internet dan crédito: 4,9 (de 5 puntos) en Google Maps, 9,5 “Excepcional” en Booking, 5 “Excelente” en TripAdvisor. Las puntuaciones y comentarios de la gente son casi perfectas, las críticas casi nulas, algo que no es muy habitual.
Javier elige minuciosamente cada producto que se consume en La Pampeana. Los cortes de carne los pide especialmente en los frigoríficos, ¿un pulpo? ¿mariscos? lo hace traer de España, morcillas y chorizos los fabrica él con sus condimentos, mozzarella de leche de tambo “hecha en casa”, croissant y brioche de masa madre cocinados a las 6 de mañana para el desayuno, y así con cada producto que sirven.
¿Público? polacos, holandeses, suizos, “viene gente en helicóptero, y también vienen maestras rurales recién casadas a celebrar y pasar un fin de semana.” Mucha gente se queda de pasada a otro destino, por la cercanía con la ruta 188 (1800 metros) que va a Las Leñas, a Bariloche, a Mendoza ó a Chile.
¿Otro secreto? Nunca falta un llamado de alguna “figura conocida” que pide exclusividad por unas horas para degustar sus platos con amigos, o en pareja.
“Aquí han venido también todos los políticos. Falta que venga Ziliotto: está invitado” dice Javier. “Pero cero apoyo local tengo” nos recalca. “Todo muy bien, pero no nos cuidan, y nos ignoran.” Nos cuenta que es el hotel que paga más caro el kwh de luz en Argentina.
¿Y el negocio resulta? nos da por preguntar: “mientras que nos de para ir a España todos los años… yo voy a intentar darte la mejor experiencia gastronómica que vas a tener en tu vida. Si lo quieres pagar, lo pagas, si no…nó.”
También hacen bodas y eventos empresariales. En cada oportunidad, Javier cocina absolutamente todo lo que se consume en el hotel, hasta la mesa dulce y los tragos. Siempre con productos de primera calidad.
El hotel cuenta con 5 habitaciones. Espacios amplios, techos altos, aberturas gigantes, escalinata de mármol, pisos de pinotea, arañas colgantes y muebles antiguos. También una cancha de polo, que hoy está en desuso. Quien la visita también se puede hacer masajes, paseos a caballo, ó disfrutar la pileta de agua termal, pero la estrella, sin dudas, es la cocina.
“Me han ofrecido muchos lugares para ir a trabajar en Estados Unidos, Sudáfrica, Australia, pero yo me quedo acá, aunque no gane lo mismo.” No le importa el clima, las distancias. Le importa la cocina. “Puedo pasarme 18 horas cocinando, es mi parque de diversiones” dice sonriente, exigente y obstinado.
Hotel Rural La Pampeana
Zona rural S/N Ruta Nacional 188 km 426.8
02302 61-6478
Sarah, Departamento de Chapaleufú, La Pampa.